TU CUERPO:
¿Recuerdas que durante el primer trimestre pasabas en el baño? Entre otras cosas, esto se debía a que tu útero estaba empezando a crecer y a presionar tu vejiga. En el segundo trimestre subió y no la molestó más, pero ahora ya no queda mucho espacio y tu pobre vejiga vuelve a ser la perjudicada. Es muy probable que sientas ganas de hacer pipí muy seguido ya que ésta no puede acumular tanta orina como antes.
TU BEBÉ:
¡Tu bebé está del tamaño de un repollo!
La médula espinal de tu bebé ha comenzado a crear glóbulos rojos. Aunque ya puede abrir y cerrar los ojos reconociendo la diferencia entre la luz y oscuridad, pasa la mayoría del tiempo con los ojos cerrados. ¿Sabías que los recién nacidos pueden sólo enfocarse en objetos muy cercanos a su cara y que inicialmente sólo ven en blanco y negro?
TUS SÍNTOMAS:
Los cambios de humor son un síntoma común del embarazo pero puede que últimamente sientas que tus emociones te tienen controlada. Cansancio, preocupaciones sobre el futuro, perfeccionismo y una lluvia de hormonas no son una buena combinación. Respira profundo, descansa, habla con tus cercanos de tus preocupaciones y trata de relajarte. Si no logras tranquilidad, busca ayuda profesional (muchas mujeres sufrimos depresión durante el embarazo, no estás sola en esto).
¡Algunos TIPS que podrían ayudarte!
Una buena comunicación con el equipo de salud es clave. El parto debería ser algo natural que ocasionalmente requiere de intervención médica. El parto es de la madre, padre y bebé, no del equipo médico. Vigilancia sí, medicalización no. ¿Quiere decir esto que no me debiese medicar u optar por alguna intervención médica? ¡Para nada! Todas somos distintas, y la alternativa que tomemos va a depender de nuestras necesidades y expectativas. Lo importante es que nos informemos y sepamos comunicar con respeto lo que creemos mejor para el bienestar nuestro y de nuestros hijos.
Lo dijimos antes pero lo repetimos. Si necesitas descanso, tómate un break. No eres floja ni te falta resistencia, tu cuerpo está haciendo demasiado y no debes avergonzarte si necesitas una siesta o estar en la cama a las 9 pm.
Es una buena idea tener claras las señales de un trabajo de parto prematuro. Llama a tu equipo o centro de salud si notas alguna de las siguientes señales: 1) Cambio en tu secreción vaginal (acuosa, mucosa, o sangrienta) 2) Incremento en la cantidad de secreción vaginal 3) Alta presión en la zona baja del abdomen o la zona pélvica 4) Dolor constante en la espalda baja 5) Calambres/dolores/retorcijones abdominales persistentes, con o sin diarrhea 6) Ruptura de membranas. Tu líquido amniótioco empieza a caer de forma de chorro o goteo ("romper aguas") Ten en mente que puedes tener algunos o todos los síntomas anteriores y no estar en trabajo de parto (por ejemplo la mayoría de las mujeres sentimos presión pélvica o dolor de espalda baja en algún momento). De hecho, la mayoría de las mujeres que tienen estos síntomas no tienen un parto prematuro. Pero sólo tu equipo de salud puede evaluarlo con seguridad, entonces ¡contáctalos!
Preguntas y respuestas frecuentes
¿Qué se considera parto prematuro?
El parto prematuro es el que ocurre a una edad gestacional menor a 37 semanas. Se sub-clasifica en: Prematuros tardíos: con peso mayor a 1.5kg y nacidos entre las 34 semanas y 36 semanas más 6 días. Prematuros moderados: con peso mayor a 1.5kg y nacidos entre las 32 semanas y 33 semanas más 6 días. Prematuros extremos: con peso menor a 1.5kg o nacidos antes de las 32 semanas. A nivel mundial, un 9,6% del total de partos son prematuros. En Chile, el 8,6% del total de partos del año 2017 fueron prematuros, con sólo 1,3% del total extremos.
Preparándonos para el nacimiento. ¿Son los puntos blancos en la cara de mi recién nacido señal de alguna enfermedad?
Milia, o también conocida como puntos de leche, pueden ocurrir a cualquier edad, pero es más común en recién nacidos. Consiste en pequeñas vesículas blancas que aparecen en la nariz, el mentón o las mejillas de tu bebé. Esto es resultado de obs- trucción a sus glándulas sebaceas y no es considerado una enfermedad. Entonces no intentes apretar o sacar la Milia ya que puede dejar cicatrices. Estos puntos blancos desaparecerán en unos días o semanas.
Leí que se me puede desgarrar el periné durante el parto. ¿No es mejor que el doctor me haga una episiotomía?
Efectivamente, durante el parto pueden ocurrir desgarros naturales de los tejidos alrededor del canal de parto que facilitarán la salida del bebé. Estos son completamente normales, te harán puntos después del parto y lo más probable es que sanen fácilmente. Por otro lado, la episiotomía es un procedimiento en que se hace un corte para ampliar la apertura vaginal y facilitar la salida del bebé. Esta intervención no se debiese hacer como rutina y según la Organización Mundial de la Salud debiese ser necesaria en no más del 20% de los casos. Lo anterior porque se ha asociado con mayor riesgo de sufrir hemorragia posparto y se cree que puede tener efectos posteriores adversos en la sexualidad y aumentar la probabilidad de sufrir incontinencia urinaria. Lo mejor es preparar tu cuerpo para el parto de modo de no necesitarla y tener desgarros menores. Para esto es clave hacer ejercicios de piso pélvico (Kegels) y se recomiendan los masajes perineales en las semanas previas al parto. Convérsalo en tu próximo control prenatal y decide lo mejor para ti.