Siempre que una mujer embarazada se registra para ser parte de Mi Tribu le preguntamos acerca de sus mayores temores. ¿Cuáles son los dos que más se repiten?
El parto y la lactancia.
Es intuitivo que uno sea el parto, ya que genera angustia por el miedo al dolor y el riesgo de que alguna complicación ponga en peligro la vida de la madre o del bebé, aunque esto último es algo que sucede en casos muy aislados.
Pero, ¿por qué se le tiene miedo a la lactancia? ¿por qué se le teme, si a diferencia del parto, la acción de lactar no conlleva peligro para la madre ni para el bebé?
Cuando era niña y veía madres dando pecho a sus hijos, me parecía un proceso tan humano como natural, donde era tan sencillo como que el bebé nace, la madre lo pone al pecho y la leche empieza a fluir. Pero a lo largo de los años como matrona y consejera de lactancia me he dado cuenta que es un proceso hermoso, pero que puede llegar a ser complejo, frustrante y con poco apoyo.
Mientras la Organización Mundial de la Salud recomienda lactancia materna exclusiva hasta por lo menos los 6 meses de vida del bebé, en Chile el 2017, la tasa de lactancia materna a los 6 meses era de sólo un 56%.
Pese a que aún no hay cifras oficiales actualizadas, se cree que la pandemia ha generado un aumento de esta tasa. Dos razones son el teletrabajo y la concientización del traspaso de anticuerpos a través de la lactancia. Para las mujeres que pudieron trabajar desde sus hogares, la pandemia fue una oportunidad para no interrumpir la lactancia. A esto se le sumó la realización de diversos estudios sobre inmunización frente al COVID que demostraron que al estar vacunada existe un traspaso de anticuerpos de la madre al bebé a través de la lactancia materna. Pero seguimos teniendo un gran desafío por delante.
Creo que la pregunta clave es: ¿por qué la lactancia materna genera temor en las futuras mamás? Aunque probablemente existan muchas respuestas, las dos más comunes son el miedo a no producir la suficiente leche y el miedo a que pueda ser un proceso doloroso. El informarse y prepararse puede hacer la diferencia en este sentido. Por eso, acá dejo algunos tips para tener una mejor experiencia de lactancia:
- Buscar un ambiente tranquilo, que puede incluir aromaterapia.
- Revisar que tu bebé esté con pañal seco para que no esté incómodo (cambiarlo también sirve para que esté despierto y activo para lactar).
- Estar en una posición cómoda (puede ser muy útil un cojín de lactancia).
- Intentar estar enfocada y presente en ese momento dejando de lado otras preocupaciones o cosas que hacer.
- Guatero de semillas que sirve para ablandar tus senos y ayudar a la salida de leche).
- Aceite o crema para masajes (cuando los senos se ponen rígidos es bueno ayudarlos con un poco de masajes).
- Agua o té para ti (es crítico mantenerte hidratada).
- Extractor de leche (en caso de necesitarlo, siempre tenerlo a mano y verlo como una herramienta que te puede hacer el proceso más fácil).
- ** Y lo más importante: un buen partner.
Aunque no lo crean, el pilar fundamental para una lactancia exitosa es el acompañamiento y contención hacia la madre. Es claro que el padre no puede amamantar a su bebé, pero sí puede ayudar a la madre a sentirse cómoda, tranquila y segura. Además de colaborar con el resto de labores tanto del hogar como relacionadas al recién nacido.
Lamentablemente, lo anterior rara vez ocurre hoy.
Al acompañar y resolver las dudas de lactancia, me he dado cuenta que el principal problema para las mujeres es la poca ayuda que reciben durante ese periodo. En muchas ocasiones las parejas se desligan totalmente de la alimentación cuando el recién nacido toma pecho, muchas veces por el desconocimiento de no saber qué rol tomar.
La lactancia materna es un proceso desafiante para la madre, y para lograr que sea exitosa se requiere del apoyo y compromiso del entorno completo. Habrá días en que la madre necesitará palabras de ánimo, refuerzo positivo, celebrar los pequeños avances y todo el esfuerzo detrás, y sobre todo, contar con un ambiente cómodo y seguro en el que no se sienta juzgada ni por el lugar ni por la forma. Esto también tiene claros beneficios en el caso del padre, ya que se refuerza la responsabilidad y conexión con la crianza del hijo o hija.
Muchas veces los comentarios del entorno en relación a la lactancia hacen que la madre genere ansiedad en relación al tema e incluso interfieran con este proceso. Es importante educar a la pareja, a las familias y amigos de cómo pueden influir positivamente.
Por eso te invito a pasar la voz, compartir esta columna y que juntas contribuyamos a mejorar la forma en que estamos naciendo.
Con cariño, Igna de Mi Tribu
María Ignacia Lafuente, matrona clínica, diplomada en perinatología y gestación, y nacimiento humanizado, consejera de lactancia.